Bräcker sigue los principios de buena ciudadanía corporativa de Rieter y considera que su buena reputación y su integridad son ventajas competitivas cruciales.
Como empresa global, Rieter y sus filiales cumplen las leyes y normativas de todos los países en los que opera. Las relaciones comerciales con todos sus interlocutores se basan en los principios de honestidad y confianza. Esto requiere un conjunto de normas éticas y directrices de comportamiento que se hayan establecido de común acuerdo.
La Regulación sobre la Conducta en las Relaciones Comerciales (“el Código”) establece las normas mínimas de conducta. Allí donde las leyes locales establecen normas más estrictas que las dispuestas en el Código, tienen prioridad esas leyes locales.
Todas las acciones y comportamientos de todas las unidades de negocios, ejecutivos y empleados de Rieter están en consonancia con la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, los Convenios Fundamentales de la Organización Internacional del Trabajo y las Líneas Directrices de la OCDE para Empresas Multinacionales.